Aparejo antienganches para corcheo

                                           

Aparejo antienganches para corcheo

A menudo nos desesperamos pues perdemos muchos anzuelos -e incluso aparejos completos- pescando a corcheo en roquedos naturales al bajar la marea y "quedarnos sin agua" o cuando por tratarse de un puesto de pedregal, nuestra caña no salva esos primeros remolinos cercanos a las rocas que quedan ya fuera del agua. Y el problema es que allí suelen acercarse los sargos...

Por ello, os proponemos una variante de montaje corchero muy sencillo y práctico, pues reduce considerablemente el número de enganches en

estos puestos. El montaje habitual de corcheo sitúa el plomo o las perlas que empleamos para lastrar y equilibrar a una cuarta más o menos por encima del anzuelo, esto es eficaz en caladas con suficiente fondo cuando nos interesa que el cebo baje rápido, pero cuando las condiciones son diferentes este mismo montaje provoca más enganches de los estimados, al tender el peso a acercar en exceso el anzuelo a las rocas y algas. Así que, para cuando la mar lo pide o cuando las rocas tienen poca agua y el vaivén de la rompiente acerca demasiado el aparejo al borde peligroso de

enganche, debemos situar el plomo al contrario, una cuarta por debajo del corcho, empleando a la par un ramal algo más corto para evitar que e

cebo baile demasiado y acabe igualmente enganchado. El aparejo podría estar conformado más o menos así: un corcho algo más grande de lo

habitual con mar calmada o que el empleado en calados más profundos, una pera o varias perlas de plomo, con peso suficiente para equilibrar

este flotador nada más caer al agua, a poco más de veinte centímetros por debajo del flotador y una longitud de ramal hasta eI anzuelo de un metro como máximo. Se trata de un montaje para pescar los bordes de la rompiente y las zonas de menor fondo que nos va a dar muy buen resultado especialmente con los sargos en pesqueros complicados, donde

entran a comer a ras de roca en el rompiente.