miércoles, 13 de febrero de 2013

Macizo improbisado





Macizo improvisado

miramos la previsión de1 tiempo y observamos que el viento ha cambiado o la mar rola a
condiciones adecuadas para pescar a corcheo en ese roquedo
que conocemos y que ahora da buenos sargos, pero, es sábado por la tarde, y para poder salir a la mañana siguiente no tenemos tiempo para comprar aceite de sardina o pasta para engodgo tenemos camarones o calamares congelados para cebo, pero ¿cómo engodo el puesto? Bien, busquemos
en casa, que a menudo, quien busca encuentra... Necesitamos una o dos latas de sardinas en aceite (también sirven las de caballa, jurelitos o chicharritos, y las de melva), pan rayado y un recipiente para llevar Ia pasta obtenida. Con las latas de conserva, siendo previsores, podemos tener alguna en la cocina, al igual que con el pan (a las malas, se humedece pan y se desmenuza, para salir del paso vale), pero, ¿dónde meto la pasta? Con una botella de batido, de yogur Iíquido, incluso con un envase de leche podemos salir del apuro y decantar de nuestro lado el dilema de salir o no a pescar. Para no dejar de pena los utensilios de cocina, con las tijeras de pesca cortamos 1o más fino posible las sardinas, conservando el aceite de la lata, y cuando ya no podamos cortar más fino,
aplastamos con una cuchara durante un rato, y vamos añadiendo el pan y formando la pasta de sardina, para a continuación añadir el aceite de las latas y un poco de agua caliente de forma que la pasta se quede relativamente líquida. Tras enjuagar muy bien la botella de batido o de yogur, sólo queda ir pasando la pasta líquida de sardina a la botella, para finalmente cerrarla muy bien, repasar el tapón con cinta adhesiva, y dejarlo en la nevera hasta Ia mañana siguiente, de esta forma no tendremos problema alguno en terminar el engodo en el pesquero vaciando la botella en el cubo de engodar (si no tenemos, con una garrafa de agua mineral de cinco litros vacía, cortándole la parte de arriba, nos apañamos...), y añadiendo un poco de arena hasta completar la densidad deseada.
Rápido y efectivo.





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