domingo, 8 de marzo de 2015

Una buena noche con premio gordo

                       

       UNA BUENA NOCHE CON PREMIO GORDO





 Después de bastante tiempo sin mojar mis sedales, este viernes 7 de marzo, mi amigo Vicente (Chencho) y yo, decidimos tentar a las roballizas en una cala a la que hacía mucho que no iba. Esta playa no se caracteriza por sus grandes ejemplares, pero normalmente te asegura la diversión (que de eso se trata) al ser frecuentada por lubinas de tamaño medio y algún sargo bueno.

Llegamos sobre las seis y media de la tarde, con tiempo de armar las cañas antes de que el sol se pusiese y poder aprovechar esa hora mágica del ocaso.
La mar llevaba solo una hora de bajada y todavía estaba bastante alta, por lo que esta vez lleve el trípode, ya que la primera zona de la playa es de piedra suelta y me facilita bastante la ubicación de mis cañas. 

El panorama pintaba bien para tentar a las lobas, buenas olas y un muy buen golpe de mar aunque tenia toda la pinta de arrastrar bastante así que monte los bajos con plomos de grapas, linea madre de 0.50 y una sola gameta de 0.40 con un anzuelo del 4/0 a unos centímetros por encima del plomo y unos cm de tubito de silicona transparente en el primer tramo de la gameta para evitar que se me liara con las grapas del plomo. 


A uno de los anzuelos le puse huevo de pulpo con una tira de carne de la cabeza bien licrada y al otro una buena americana xxl.

Con las dos cañas en al agua tan solo quedaba esperar a ver si alguna presa se dignaba en pasar por allí.

Una media hora después de haber echado las cañas y con la noche ya encima, la caña que había cebado con el pulpo comenzó a sacudirse como loca, la cogí en mis manos y le di un buen tirón para clavar bien la pieza, entonces pude notar el peso y la fuerza que lo que había tras el sedal. Las olas y las corrientes no facilitaban la tarea pero la fui trayendo despacio hasta tenerla ante mi y pude ver que se trataba de un buen róbalo, que pude ir sacando ayudándome del oleaje hasta echarle mano y ponerla a buen recaudo, mientras Chencho llegaba corriendo para echarme una mano. Me había tocado el premio gordo jejeje, la noche empezaba bien.






Volví a ponerle otra tira de pulpo y lance de nuevo  la caña no sin antes sacarnos unas fotos y pesar el bicharraco, que en la pesa de mano pasaba de los 5 kilos. El tiempo pasaba y la animación del principio cesó pero todavía quedaba margen para mas sorpresas.



La noche llegaba a su fin, y a demás de la ya citada pieza, pude sumar un buen sargo de cerca de un kilo de peso y dos roballizas mas que fueron indultadas, ya que andarían sobre los 600 gramos de peso cada una. Ya al despuntar el día, mi compañero de pesca saco otra lubina de kilo y algo para rematar la jornada. 
Una buena noche que mereció la pena, con una buena pieza  para nuestro recuerdo.


 



2 comentarios:

Cabo dijo...

Enhorabuena a los dos por esa pieza de las q casi no se ven ya...jijiji...un saludo.

Julian dijo...

Muy buena pieza, enhorabuena, un saludo.