martes, 12 de febrero de 2013

Corcheando desde la orilla




                                       Corcheando desde la orilla



Parece ser esta una técnica reñida con la seguridad, pero no a de ser así por fuerza, existe un lugar ideal para capturar sargos desde la orilla y sin excesivo peligro: la cala rocosa o de cantos. El sargo puede aventurarse asta lugares insospechados para conseguir su sustento, de nosotros depende que se acerque a nuestro pesquil en lugar de arriesgarnos trepando por las rocas para buscarlo.

Llamando al sargo
Tradicionalmente se a cebado la zona de pesca con pulga de mar o quisquilla viva, dos excelentes atrayentes y cebos. Sin embargo va cobrando fuerza el uso de macizos a base de sardina en salmuera
(a poder ser preparado por nosotros mismos) uno de los mas interesantes y poderosos estimulantes de apetito de nuestro protagonista. Logra atraer a los peces desde distancias considerables, y les hace entrar en un frenesí alimentario que sera responsable de numerosas picadas. El secreto esta en que la pasta sea tan fina que no permita saciar a los peces. No debemos cometer el error de incluir trozos grandes de sardina u otros cebos, no pretendemos llenar el estomago de los sargos sino provocar su voracidad.



Jamás debemos incluir pedazos de gran tamaño enel macizo, lo que nos
interesa es provocar el apetito de los sargos sobremanera sin saciarlos. 

 Cebos, atrayentes e invitados inesperados

Si bien parece lógico utilizar como cebo lo mismo que de atrayente, ( y no es descabellado hacerlo ) aunque utilicemos pasta de sardina podemos considerar el uso de numerosas carnadas compatibles con esta. Por comodidad en el anzuelado y por su alta efectividad, la gamba arrocera (entera o solo su cola) sera una interesante opción. .El filete de sardina, la quisquilla e incluso mejillón sin valvas (engorroso de anzuelar pero muy efectivo) son muy adecuadas opciones. De echo, algo poco frecuente en el pescador corchero pero muy habitual en el aficionado al surfcasting, y muy recomendable, es llevar con nosotros distintas carnadas. Otros cebos muy del gusto de los sargos, como determinados gusanos, serán descartados por la gran cantidad de bogas que entrarían a nuestro engaño. también atacan a las gambas, pero si el anzuelo no es demasiado pequeño u sujetamos el cebo con un poco de hilo elástico, aguantara mejor sus embates, y clavaremos menos de estos peces.



El cebado y sus secretos
Si queremos cebar con efectividad haremos de elegir bien el sitio en función de las corrientes y las mareas. Esas pozas que suelen formarse en determinadas playas de cantos, entre las lastras, sobre todo aquellas cuyo calado con marea alta sea superior al metro, serán lugares ideales para cebar durante la subida de la marea. Nuestro proceder sera tras acudir al lugar durante la primera hora de subida de la marea, lanzar unas cuantas pelotas de macizo en el rebalaje. 
La correcta elección del cebo y un adecuado cebado
del pesquil han dado sus frutos.
Si, tan cerca, sera la fuerza del mar la que disemine las partículas olorosas. Hecho esto, montaremos los equipos para dar tiempo a los peces a acudir a nuestra llamada. Sin duda bogas y lisas, -éstas últimas a veces se dejarán ver sin pudor- llegarán primero, y lanzaremos nuestro aparejo a cierta distancia para evitarlos en la medida de lo posible. Los mayores sargos serán los últimos en llegar, son nuestro objetivo y lograremos hacernos con algunos con un aparejo correctamente calibrado para el lugar elegido. Para mantener el pesquil activo periódicamente añadiremos más atrayente. Si las bogas y lisas nos molestan hasta no permitirnos capturar sargos, podemos intentar seleccionar ñas picadas con cebos consistentes como pequeños cangrejos o ñas citadas gambas reforzadas con hilo elástico. Si a pesar de ello nos siguen dificultando la pesca, en lugar de enfadarnos, pensemos que más triste sería no sentir nada al otro extremo del sedal...




Flotadores y gametas
El estado de la mar será el que nos dicte que tipo de flotador usar y su gramaje. Intentaremos utilizar los más livianos que podamos, boyas lastradas de corcho o neopreno de entre diez y veinte gramos serán las más habituales en nuestras salidas. Con estos gramajes y una vara de acción de punta pero progresiva lograremos lances mas que aceptables. Reservaremos aquéllos de más peso y que mayor resistencia al agua ofrecen para días de mar muy movida. Entonces las picadas serán más francas y precisaremos de la estabilidad de este tipo de flotadores para evitar falsas picadas.  
En estos ambientes pescaremos con aparejo de flotador fijo, por lo que, lógicamente, el conocimiento del pesquero cobra gran importancia para decidir la longitud adecuada de nuestro bajo. Demasiada longitud causará enroques y pérdida de picadas. Lo ideal es que el anzuelo quede relativamente cerca del fondo. Para conocer la profundidad y orografía de nuestro pesquil es útil visitarlo en bajamar, o verlo desde la altura de los acantilados que suelen flanquear este tipo de formaciones. En cuanto al grosor de las gametas, si pescamos de día capturaremos mas peces si usamos calibres cercanos a las 20 ó 23 centésimas, a pesar del riesgo que supone diámetros tan bajos en el roquedo, merece la pena pescar fino.
                                                                                                        Sin embargo, durante la noche, 
podemos subir a 25 centésimas o mas sin problema. El uso de fluorocarbono nos permitirá aumentar un poco los diámetros, y es altamente recomendable por su resistencia a la abrasión.









El equipo ideal
Cada pescador tiene sus gustos, necesidades y costumbres. Son cosas difíciles de cambiar, y no seré yo quien pretenda hacerlo, ya que cada cual ha de pescar como se sienta mas cómodo, se trata de apreciaciones personales que espero os sean de utilidad. 

- La caña

Se puede corchear con varas de longitudes muy diversas, con una de apenas tres metros y medio podremos pescar lisas en el puerto, y con ocho metros de caña salvaremos hasta los mas abruptos acantilados. Entre una opción y otra hay fases intermedias, y no cabe duda que el equipo ha de tener un equilibrio entre sis cualidades en acción de pesca y la comodidad - incluso seguridad- para el pescador. Las cañas muy largas de acción extrafuerte, salvo las de precio inalcanzables para la mayoría, pueden terminar resintiendo los brazos y espalda, su peso y las horas que las sostendremos, pueden llegar a causar molestos dolores lumbares con el tiempo. Por eso, en pesquiles que no requieren ni esas longitudes ni semejante 
potencia, como son las calas de roca por los espigones, cañas cercanas a los cinco metros nos bastarán. Las anillas monopata y el carbono de cierta calidad aligeran este tipo de cañas hasta hacer la pesca con ellas sumamente cómoda. Un peso de lance de entre 20-50 y 30-70 gramos nos sobrará para trabajar buenos peces si viene acompañado de una acción de punta progresiva, evitaremos los "garrotes". Si elegimos una vara de estas características, además de disfrutar de ellas en muy diversas situaciones, pues resulta muy polivalente, disfrutaremos cada captura mucho más que con una caña de 150 o más gramos de peso de lance.


- El carrete

Este elemento sufre mucho durante la pesca: numerosos lances y recogidas, salpicones, roces y golpes e izar piezas de considerable peso son algunos de los rigores que ha de soportar. Buscaremos carretes robustos, potentes y ligeros, para que nuestro equipo esté plenamente equilibrado y podamos pescar con garantías. Para encontrar carretes de estas características no es preciso gastar excesivo dinero, las gamas medias de marcas como Daiwa, Shimano, Abu García y Okuma, por poner algunos ejemplos, disponen de verdaderas máquinas de sacar sargos que nos acompañarán durante años a poco que cuidemos su limpieza y lubricación. El tamaño del carrete, que influye directamente en su peso, no deberá ser excesivo. El freno, parte fundamental del carrete corchero, ha de ser frontal y progresivo, ya que pescaremos con bajos finos. Graduaremos éste para que libere la cantidad justa de hilo en el momento preciso, sin dar pie al sargo a enrocarse, evitando roturas en las distancias cortas, durante los últimos embates del pez. 


 - Todo lo demás

Unos cuantos bajos de las longitudes que utilicemos habitualmente, la bobina de repuesto del carrete, barritas de luz química, hilo elástico, un par de bobinas de sedal de diferentes calibres y anzuelos sin empatar para improvisar según el estado de la mar y la zona de pesca los aparejos mas adecuados, perdigones, un puñado de flotadores, alicates, tijeras y una linterna frontal, complementan el equipo básico del corcheo. Todo esto puede llevarse en una mochila de modestas dimensiones.


A por ellos
Esta técnica no precisa de grandes desembolsos, podemos gastar mucho dinero en ella, pero realmente es mas importante conocer el pesquero, macizar correctamente y poner mucha ilusión de nuestra parte para disfrutar al máximo. Sentiremos la picada casi de inmediato, ésta se producirá a pocos metros y el equipo nos transmitirá cada carrera del bravo espárido. No es lo mismo pelear un sargo que ha mordido el anzuelo a 100 metros de distancia con una poderosa caña de sufcasting que sentir el fulminante ataque a nuestro cebo a 15 ó 20 metros e incluso casi en la orilla.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Novedades corcheo (boloñesa)

Novedad Shimano 2015 caña boloñesa CATANA BX STELLFISCH 800 acción 150 gr y anillado de boloñesa para conseguir los mejores lances o manejar nuestros flotadores más ligeros con un movimiento de muñeca, creo que será una de las mejores cañas para este año. Es buena idea equiparla con un panier ligero para el mar, Trabucco GNT-3, reposacañas telescópico colmic, etc.

https://imageshack.com/i/f0nagwKXj
https://imageshack.com/i/idU7mBUrj
https://imageshack.com/i/idIGWMarj