domingo, 28 de julio de 2013

El freno, parte vital de un carrete

          


           El freno, parte vital de un carrete




De nada sirve tener la técnica más depurada ni el mejor equipo del mundo si a la hora de la verdad resulta que nuestro carrete no responde como debe.
Y para que esto sea así, uno de los elementos más importantes es el freno. Efectivamente, la calibración correcta del frenado del carrete es uno de los puntos cruciales que pueden marcar la diferencia entre la consecución o no de resultados en una jornada de pesca recreativa. 
El freno es uno de los puntos clave que nos permite el cobro de piezas incluso más pesadas que el propio pescador.
¿Cómo saber que nuestro carrete se encuentra correctamente ajustado? Lea con atención lo que a continuación le comentamos, estamos seguros que le será de interés.




UTILIDAD DEL FRENO

La inclusión del freno en los carretes es una novedad relativamente reciente en el mundo de la pesca.
Hasta su creación, el hombre debía conformarse con la pesca únicamente de piezas que pudiera controlar con su propia fuerza física. Antes se giraba o permitía girar la bobina en sentido inverso y era así como se cedía línea al pez; un método sin duda poco preciso y que suponía gran cantidad de roturas de sedal.
Pero llega el freno y con él la posibilidad de obtener capturas con las que antes ni se soñaba.
El freno hace presión sobre la bobina, permitiéndole patinar para ceder línea en el momento en el que recibe la presión. De esta forma, se admite que el pez huya tirando de la línea, consiguiendo desgastarlo físicamente para después lograr su cobro de una manera más fácil.
Como sabemos, cada sedal tiene una resistencia nominal, es decir, una capacidad de peso muerto que puede cargar sin que se rompa; si lo sobrepasamos se romperá. El freno sirve para que el carrete ceda sedal antes de alcanzar el punto de ruptura.





EL FRENO EN UN CARRETE DE BOBINA FIJA

Los carretes de bobina fija reciben este nombre porque se mantienen fijos mientras soltamos o recogemos el sedal. Éstos son los carretes de lanzado por excelencia; tienen un gran poder de tracción, por lo que resultan sumamente adecuados para la pesca de especies de tamaño medio.
Fundamental es el tema de la carga del hilo, entendiendo que cuanto mayor sea la carga, más posibilidades tendremos de realizar un lance más largo. A pesar de ello nunca conviene cargarlo en exceso, pues podríamos producir desbordamientos y con ellos los temidos y nada deseados nudos.
Dentro de los carretes de bobina fija, según el modelo del que se trate, existen dos tipos de frenos diferentes:

Frontal:
con un disco en la parte delantera de la bobina, que se aprieta o afloja girando de la perilla delantera.





Trasero:
dispone de una perilla en la parte posterior, que se ajusta en ambos sentidos para el ajuste del carrete.



Los frenos frontales se regulan mediante una perilla que se mueve en sentido giratorio, de tal manera que si lo hacemos en el sentido de las manillas del reloj el freno se ajusta, y si lo hacemos al contrario se afloja.
Muchos pescadores consideran estos frenos frontales más fiables para los carretes fijos, si bien también resulta cierto que suelen calentarse con facilidad ya que la superficie de fricción resulta escasa.
El freno trasero es más preciso, con la ventaja de que puede ser manipulado mientras se produce la acción de pesca. Aún así muchos pescadores no lo quieren por considerarlo menos fiable.
Actualmente ha aparecido en el mercado otro tipo de freno para estos carretes, es el de central, en el que se tratan de unir las cualidades de los otros dos tipos de freno, añadiendo también mayor capacidad de frenado; además y gracias al incremento en la talla. 



EL FRENO EN UN CARRETE DE BOBINA GIRATORIA


Denominamos carretes de bobina giratoria a aquellos en los que su tambor gira al lanzar y al recoger el sedal. Destacan sobre los anteriores por su enorme poder de tracción, hecho que les hace perfectos para la pesca de grandes especies pero sin embargo no les hace especialmente válidos para la pesca al lanzado.
Igualmente aquí podemos hablar de dos modelos diferentes:

Freno de estrella:
pieza en forma de estrella colocada a un costado del carrete, bajo la manivela. Se ajusta girando en el sentido de las manecillas del reloj y se afloja al hacerlo al contrario. 
Ideal para el Surf-casting, ya que permite liberar por completo la bobina en el momento del lance. 
Se trata de un sistema de frenado que incide directamente sobre el botón liberador de la bobina, por lo que el freno se desengancha completamente permitiendo el libre giro de la bobina sin presión sobre el freno, lo que nos permite lances a distancia.
A pesar de eso y como punto en contra cabe hablar de la dificultad que supone su manipulación durante la pelea con un pez, puesto que carece de puntos de referencia de la posición del calibrado.
Tiene una superficie de fricción bastante reducida, por lo que tienda a sobrecalentarse (lo que conlleva un desajuste en el freno).Por la colocación misma del freno, ejerce una presión sobre la bobina que no es regular, con lo que se generan fluctuaciones que pueden llevar a la rotura.

Freno de Palanca:
 palanca colocada en un lateral del carrete. 
Es el tipo de freno más fiable y eficiente de todos, puesto que jamás permite que se libere la bobina al 100% .
Ejerce un frenado muy parejo sobre toda la superficie de la bobina. Pero además de esto y como principal virtud hay que señalar que podemos incrementar o disminuir de manera precisa y gradual la tensión del freno durante el combate, de una forma segura y del todo controlada.
A pesar de ello, muchos se siguen decantando por el uso del freno de estrella, debido a las complicaciones de utilización que supone el de palanca.



LA CALIBRACIÓN DEL FRENO

Para regular correctamente un freno deberemos tener en cuenta primeramente la resistencia del sedal con el que contemos. Hay que tener mucho ojo con considerar el diámetro en relación a la resistencia del sedal, puesto que , tal y como cualquier pescador sabe, existen multitud de diferentes sedales fabricados por distintas casas, cada uno de los cuales ofrece una resistencia diferente.
Durante la pesca, el sedal será sometido a gran cantidad de empujones y tracciones, que pueden llegar a romperlo; para evitarlo disponemos del freno, la duda surge así en este punto ¿cómo saber cuándo debe comenzar a patinar el freno?, según se ha determinado, para lograr una correcta absorción de los impactos y movimientos bruscos realizados por el pez en su pelea por no ser pescado, el freno deberá ceder línea cuando reciba un empujón violento que equivalga a un tercio (1/3) de la resistencia nominal de la línea. Así, si contamos con un sedal cuya resistencia sea de 30 kilos, el freno deberá patinar cuando el tirón alcance una fuerza de 10 kilos; en caso de no hacerlo así corremos el serio riesgo de que parta la línea.
De esta forma, las otras dos terceras partes ayudarán a resistir y evitarán la rotura cuando la línea recibe un impacto muy fuerte.
Por lo tanto para calibrar un freno, resulta fundamental poder medir la fuerza que supone un empujón violento. 

Existen para ello básculas tipo dinamómetro (que además nos servirá para medir el peso de nuestras capturas).
Una vez dispongamos de esta báscula, para la calibración deberemos seguir los siguientes pasos:
Monte el carrete sobre la caña que vaya a utilizar; esto es muy importante, calibre siempre en carrete montado en el equipo definitivo que lleve de pesca, puesto que las características de la caña alteran notablemente la fuerza que se transmite en cada caso a la línea.

Una vez montado el carrete, pase la línea por las guías y de fijeza a la caña (pida colaboración a un compañero).
Ajuste el carrete a mano, calibrándolo según considere a ojo.
Coloque la báscula en la punta del sedal, provista de un anillo de plástico que nos sirva para medir el punto máximo al que llegará la báscula cuando demos el tirón.

De un fuerte tirón con la caña y compruebe el punto máximo alcanzado por la báscula.
Calibre el freno para que no sobrepase el anillo de plástico la potencia máxima deseada.
Repita la operación varias veces, hasta conseguir que el freno patine en la potencia deseada (1/3 de la resistencia de la línea).



EL AJUSTE DURANTE LA PELEA

Otro de los grandes problemas en la calibración del freno es su uso durante la pelea. Efectivamente, un pez que haya mordido el anzuelo no se dejará llevar plácidamente, sino que opondrá toda la lucha posible para no ser capturado; violentos movimientos de cabeza, giros, carreras... resulta imprescindible saber el correcto modo de utilización del freno si no queremos dejar la mejor de las capturas por el camino.



A todo esto debemos añadir un punto hasta ahora no comentado: la influencia del agua sobre la línea.
Efectivamente, el agua tiene un peso determinado que es ejercido sobre la línea cuando ésta penetra en el ella, lo que sin duda supone una carga añadida para el sedal que deberá romper para su desplazamiento. 
Esto, sumado al propio peso del sedal supone que cuanto más línea tengamos en el agua, mayor será la carga que recibe la totalidad de la misma. Por ello es necesario ajustar la calibración del freno en función también de la cantidad de sedal que haya fuera de la línea (por ello en ocasiones será necesario llegar incluso hasta la cuarta parte de la resistencia nominal de la línea).

Así, a medida que tenemos menos línea en el carrete, debemos disminuir el frenado en lugar de incrementarlo, para evitar la ruptura.
Señalamos a continuación las reglas de oro que deben tenerse en cuenta en la pelea contra la pieza:
A medida que el pez saque línea del carrete, no ajustaremos el freno, al contrario, puesto que si queda poca línea en el mismo, la resistencia es mayor y por lo tanto la ideal ya no será la de 1/3. En consecuencia deberemos disminuir la resistencia.
Sólo cuando comprobemos que el pez está agotado procederemos a ajustar el freno.
Únicamente incrementaremos el freno en aquellos casos en los que el pez se encuentre peleando en la vertical y no hacia el horizonte, puesto que si incrementamos la presión y el pez salta, el peso del pez cayendo al agua romperá la línea.



Vigilaremos el calentamiento del carrete (sobre todo en aquellos casos en los que la presa sea de gran tamaño, lo que sin duda someterá el equipo a la mayor presión). Si el carrete se calienta en exceso conviene proceder a enfriarlo mojándolo, especialmente en el lado de la manivela (si nos encontramos en plena pelea, solicitaremos a un compañero que nos eche agua fría).


EL CUIDADO DEL FRENO

Tenga en cuenta los siguientes consejos para mantener el freno de su carrete en perfecto estado.
El primer y más importante punto a tener en cuenta en el cuidado del freno es su almacenamiento. Cuando guardemos el carrete debemos asegurarnos de que lo hacemos con el freno totalmente libre (en los carretes de spinning, aflojaremos el freno por completo).
Evitar el calentamiento excesivo del freno. Tal y como ya hemos comentado, este calentamiento puede ser ciertamente habitual cuando nos encontramos en plena pelea contra un pez. En esos casos conviene enfriar el carrete con agua, pero no en su parte central (no nos serviría de nada), sino en el lateral.
Como sabemos el agua salada puede dañar el carrete, pero será mejor esto que llegar al calentamiento.
Tras una pelea importante para conseguir un pez, conviene realizar una limpieza profunda del carrete.
Además de estos sencillos consejos, una buena regla es hacer que el carrete sea revisado por un mecánico especialista, quien deberá determinar la necesidad o no de que éste sea reemplazado.




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