martes, 28 de mayo de 2013

El lanzado (surfcasting)


              
                   El lanzado (surfcasting)



El término "surfcasting" tendría una traducción que sería "lanzar detrás de las olas" o "lanzar detrás de la rompiente".
Si el aficionado al surfcasting tiene una obsesión ésta es sin duda la de ganar más y más metros en cada lance, en cada intento de llegar allí donde parece que, por la climatología, el tipo de costa, el estado de la mar, etc, los peces están comiendo.
Este tipo de pesca se basa en llegar lanzando a aquellos lugares donde nuestro cebo tentará la pesca, y un equipo y una técnica adecuada nos ayudará a lanzar lejos.
Cuando disfrutamos de rompientes francas y de olas que entran decididamente con fuerza hasta la orilla, el pescado que entra a comer lo hace justo allí donde la ola se levanta y con ella el fondo, es decir, donde esa acción que la ola efectúa al tomar cuerpo mueve la arenilla del fondo, dejando al descubierto cangrejos, gusanas, pulpitos y otros manjares que, de esta forma, estarán al alcance de los peces que por allí deambulen buscando alimento.
De ahí la importancia de superar esa barrera de tres, cuatro o cinco olas desde la orilla, para llegar a esa franja mágica donde la comida tienta a la pesca.
En este apartado describiremos tanto las técnicas de lanzado como las lineas y plomos para surfcasting, pues de nada vale el mejor de los equipos si no sabemos sacar de él todo su provecho....


TIPOS DE LANCE


Aunque existen más variantes, en nuestras playas se suelen utilizar tres técnicas de lance, unas más complejas de ejecutar que otras, aunque con cualquiera de ellas podremos situar nuestro plomo a buena distancia, en algunos casos por encima de los 150 metros desde nuestra posición.


- Vertical:

Es el tipo de lance más habitual, por ser el más sencillo. Nos situamos frente a la mar, y colocando la caña sobre nuestras cabeza, en posición casi horizontal, lazamos con toda nuestras fuerzas sólo mediante el movimiento de los brazos, hasta realizar un lance casi igual pero repartiendo el peso y la fuerza en nuestras piernas, pues de este modo siempre ganaremos más metros de lance, ya que la fuerza generado solamente por nuestro tronco se ve aumentado si compensamos la fuerza con las piernas, descargando mayor peso y haciendo más juego muscular sobre nuestra pierna izquierda en el momento de soltar el sedal (al ser la que generalmente tenemos adelantada).
Es importante entender que no se lanza con los brazos, es decir, no solo trabajan nuestros brazos en el momento del lance para ganar fuerza y distancia, sino que nuestro cuerpo debe trabajar para que, implicando tronco y extremidades, podamos aunar esfuerzos y que el lance se produzca de manera no forzada.

- Con plomo en el suelo o "ground cast":

Es un tipo de lanzamiento que permite alcanzar grandes distancias, aunque sólo después de un asiduo entrenamiento para ejecutar correctamente los movimientos.
Se aconseja no practicarlo en lugares frecuentados por personas, animales y en las proximidades de casas o coches.
Supongamos que nos encontramos en el centro de un reloj. Si la dirección del lance fueran las 12, pondríamos el pie derecho a las 3, angulado unos 30 grados en la dirección del lanzamiento, completamente apoyado en el suelo, y el pie izquierdo paralelo al otro, ligeramente atrasado y apoyado solamente en la punta de los dedos, ya que el peso del cuerpo descansará sobre el pie derecho. Posicionaremos el plomo a las 8, dejando libre unos dos metros de línea. La punta de la caña casi rozando el suelo, quedará a las 7.
La siguiente figura muestra la posición de partida (caña en negro, 2 metros de línea en rojo).

A continuación veremos la secuencia de de este movimiento.

El pecho debe permanecer hacia las 5 (es decir, el torso girado hacia la derecha respecto a dirección el la que apuntan la puntera de nuestros pies), la mano izquierda tendrá que estar casi estirada, con el puño de la caña a la altura de nuestra barbilla, mientras que la mano derecha, con el brazo ligeramente flexionado, se encontrará a la altura del hombro derecho, ni muy cerca ni muy lejos, en una posición cómoda.



Una vez llegado este punto hay que dirigir la mirada hacia nuestro objetivo a lanzar, con una altura aproximada de 45º, de la siguiente forma: comenzamos a girar, moviendo el pie izquierdo hacia atrás, intentando mantener una separación suficiente con el derecho para encontrar una posición estable. El pie derecho girará a la vez sobre sí mismo como el punto fijo de un compás, mientras que el izquierdo rodará para trazar una semicircunferencia.




En el momento en que el pie izquierdo efectúe la rotación el cuerpo también girará en la dirección de nuestro lance. Los brazos, firmes en su posición respecto al cuerpo, le seguirán, y en el preciso momento en que le brazo izquierdo quede delante de nuestra cara será el momento del movimiento denominado empujar-tirar (push - pull). Durante la rotación la caña describe una circunferencia de 45º.




Cuando todo el peso del cuerpo se encuentre sobre la pierna derecha se tirará del talón de la caña con el brazo izquierdo hacia nuestras costillas, debajo de nuestro brazo, mientras que con el brazo derecho haremos como si quisiéramos dar un puñetazo hacia delante, a la altura de nuestros ojos y en la dirección del lance. Una vez llegados a este punto bloqueamos la caña casi violentamente, , sin que la puntera se pase debido a la inercia que lleva.




Es una operación que requiere paciencia, perseverancia y un poco de entrenamiento. La clave de la consecución de este movimiento es el entrenamiento y nada más, aunque hacerlo en compañía de algún experto será del todo provechoso. A continuación podemos observar la secuencia de lanzamiento dando cara al lanzador.




No nos desilusionemos. Conseguir un buen lance con esta técnica puede ser cuestión de un año. Resulta conveniente la práctica en seco de los lances, es decir, realizar lances sobre la arena, paralelos a la orilla del mar, mejor sobre el borde de arena mojada que sobre arena seca (nos costará menos recuperar el plomo), y con aparejos viejos. Para afinar cada vez más nuestra puntería y nuestro alcance no está de más marcar sobre la arena, con la ayuda de estacas o de un cordel, una especie de pista, sobre la que efectuaremos los lances.


- Lateral:

Es conocido también como "lance catalán", "valenciano" y "media catalana". Es una variante del lance vertical, en la que la caña, en vez de situarla sobre nuestra cabeza, la colocamos paralela a la arena. Nos situamos de manera que nuestro tronco esté girado, dando espaldas al mar, situando el plomo en ángulo recto con respecto a la caña, y comenzando el giro de nuestro tronco seguido de un movimiento coordinado de nuestros brazos, obtenemos mayor potencia que en el caso anterior.
Esta técnica es más laboriosa, y requiere práctica, concentración, buena coordinación y equilibrio. Existen variantes en las que se da un paso para apoyar y seguir nuestro esfuerzo en el momento del lance, pudiendo conseguir lances verdaderamente largos.



- Péndulo:

También conocida como "balanceo" o "bolea". Se trata de situarnos de espaldas a la orilla, y con la caña hacia arriba y un poco inclinada hacia delante se hace pendulear el plomo hacia delante y hacia atrás, para en uno de esos movimientos y cuando el plomo nos supere hacia nuestra espalda, girar levemente la caña para que dicho plomo pase por detrás nuestro hacia el otro lado, y forzando la caña, de un fuerte golpe, dirigir la caña hacia el mar, movimiento que consigue que el plomo responda de forma enérgica y salte muy rápido hacia el agua.



Es la técnica más difícil de aprender, y requiere un buen manejo y mucha práctica, pero con ella conseguiremos los mejores y más lejanos lances una vez aprendida su dinámica.



MATERIALES


- Líneas:

 En la actualidad las técnicas modernas de lanzado en playa se basan en el empleo de líneas muy finas, de tal forma que el rozamiento disminuya por las anillas. El problema es que las líneas finas (con diámetros comprendidos entre 0,14 y 0,24 mm) no son capaces de soportar el esfuerzo del lance, partiéndose irremisiblemente cuando actúa la caña. Más aún en las modernas cañas de grafito o titanio, de acciones muy rápidas.



Si empleamos monofilamentos para la línea principal deben cumplir una serie de condiciones:


* Poca memoria para que salga con facilidad de la bobina del carrete y no se enrede.

* Máxima resistencia en comparación con su diámetro.
* Resistencia a la abrasión. En ocasiones tendremos varios metros de nuestra línea tendidos en la superficie marina, que sufrirá roce con algas, arena, rocas, etc.
* Poca elasticidad. Los lances son de muchos metros, y un hilo elástico puede desvirtuar nuestra percepción de las picadas.
* El color no es importante, aunque hay líneas de colores vivos, e incluso fluorescentes, que ayudan al pescador a localizar la línea de noche.

- Puente o "cola de rata":

Puentes o colas de rata.
 para solventar el problema expuesto en el párrafo anterior disponemos de los denominados puentes. Se trate de un tramo de monofilamento descentrado, de una longitud variable (generalmente 5 a 10 metros) que se anuda en su extremo fina a la línea madre y en su extremo grueso al aparejo.
Permite, una vez enlazado a nuestra línea madre, contar con unos primeros metros de diámetro superior, más resistente, con lo que podremos realizar lances más fuertes con menor probabilidad de rotura de la línea durante el lance.

Una medida habitual para un puente sería una longitud de unos 10 metros, empezando en un 0.14 - 0,16 y terminando en un 0.50 - 0,60.

Los monofilamentos para puentes deben cumplir las siguientes características:
* Poca memoria.
* Máxima resistencia, ya que emplearemos diámetros finos para unirlos a la línea madre.
* No importa el color, aunque quizá sean preferibles transparentes, por ser tramos próximos al cebo.
* Resistencia a la abrasión puesto que, como el resto de la línea, el puente entrará en contacto con la arena, algas, rocas, etc.
* "Pastosidad" para facilitar los nudos.
* La elasticidad no es crítica, teniendo en cuenta que un puente llegará a una longitud máxima de unos 10 metros. No obstante un poco de elasticidad evitará roturas.
Si queremos, podemos construirnos nosotros mismos nuestros puentes. Hay dos formas de realizarlos, de tres y de siete tramos. No obstante, debido a la gran cantidad de nudos que hay que realizar es menos recomendable que el de tres.
* El puente de tres tramos, o puente simple, se realiza con tres tramos de monofilamento, de tres metros cada uno, y con los siguientes diámetros: 0,20 mm, 0,30 mm y 0,40 mm.
* El de siete tramos se realiza con tramos de dos metros de longitud y con los siguientes diámetros: 0,20 mm, 0,25 mm, 0,30 mm, 0,35 mm, 0,40 mm, 0,45 mm y 0,50 mm.

- Plomada:

El peso de la plomada debe estar en riguroso equilibrio respecto a la acción de la caña. Una caña con acción 100 - 300, un buen carrete y un sedal adecuado, con un plomo de 60 gr. no podrá proporcionarlos lances largos. Hemos de ir probando con diferentes pesos y formas del plomo, hasta encontrar un equilibrio entre componentes que nos proporcionen el mejor rendimiento para nuestra caña.
Por sistema hay que huir de pesos elevados, al igual que tampoco ayuda quedarnos cortos. También debemos considerar el cebo a lanzar, pues el peso final del plomo más el del cebo puede desequilibrar el conjunto.


Distintos plomos para surfcasting



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